miércoles, 9 de octubre de 2013

Capítulo 8 - Chloe, ¿qué te ha pasado?

Chloe, asustada, miró a su alrededor y vio que tenía paso libre por la derecha y por la izquierda. Pensó en escapar por allí, y deshizo el escudo, pero en menos de un momento dos chicos jóvenes, de su edad, le bloquearon el paso.
-¿Pensabas ir a alguna parte, Chloe? 
Chloe lo miró. Iba vestido de negro, a pesar de que era verano. Llevaba una camiseta negra, pantalones negros, zapatos negros, un sombrero negro que le tapaba la mayor parte del pelo azulado y una chaqueta de manga larga. 
-Ahora ¿qué piensas hacer? Si pensabas que íbamos a venir solos, sabiendo que ya tienes tu gema, estás muy equivocada, querida. Ahora, ven... Acércate a mí... 
Luke, el compañero de Zafio, miró fijamente a Chloe, quien se sintió atraída hacia éste. Empezó a caminar sin darse cuenta. Intentó parar, pero sus piernas no le obedecían y, en el fondo, quería llegar hasta ese hombre que, de repente, le provocaba tanta fascinación. 
En lo más hondo, se dio cuenta de que la estaba hipnotizando, e intentó resistirse a aquella voz tan grave y ronca. 
Pero no pudo. Las lágrimas emborronaron sus ojos y, sin sentir vengüenza, empezó a llorar. 



-No lo coge -imformó Leaw, al ver que Chloe no le había respondido. Andrew suspiró, y Alexis miró en otra dirección, pensando en qué hacer.
-Será mejor que vayamos a Londres directamente. Podría estar en peligro -dijo Alexis, adivinando los pensamientos de Andrew.
-Sí, pero, ¿Como?
Se quedaron todos pensativos.
-¡Nuestra madre! -exclamaron los dos hermanos, al unísono.
Salieron corriendo dispuestos a pedir a su madre que abriera el portal.

-Eso es... Sigue avanzando, pequeña... -susurró el del pelo azulado.
-¡Cállate! -le riñó Zafio, mirándole con desprecio-. ¿No te das cuenta de que puede que Luke se desconcentre y que la maga esta vuelva a ser ella misma? Jóvenes... ¡Cuánto os queda todavía por aprender!
Mientras, Luke sonrió. Un solo paso y Chloe estaría en sus brazos. Entonces, nunca más podría deshacer ese hechizo.

Chloe vio, horrorizada, cómo los dedos de Luke se entrelazaban con los suyos. Se notó más ligera, vacía...
Empezó a sentir como si estuviera cayendo en un pozo cada vez más y más hondo. No paraba de caer...
De pronto, lo vio todo negro y esa sensación paró. Le empezó a doler mucho la cabeza y se desmayó.


Corrieron y encontraron a Keyla practicando con un alumno, interrumpieron la clase pero les dio igual.
Mientras, Troy se quedó con Alexis intentado recomponer el colgante con sus propios poderes.
-¡Está en peligro! ¿No puedes ir un poco más rápido?
-Alexis, sabes de sobra que si coloco un solo cristal en el sitio equivocado esto -dijo Troy refiriéndose al diamante, que ya estaba volviendo a tomar forma- podría explotar y moriríamos, ¡deja de darme la lata!
Alexis gruñó, un poco enfadada, y se alejó de allí para reunirse con Blake y Leaw.
-¿Necesitáis ayuda? -preguntó, deseando que le dijeran que sí.
Pero negaron. Solo le quedaba ayudar a Andrew en lo que estuviese haciendo, pero la sola idea de pensar en ellos dos solos se ponía nerviosa.
Se sentó en el suelo y esperó, pacientemente...


Cuando abrió los ojos, estaba acostada en una cama blanda.
Se reclinó, y parpadeó, confusa. ¿Dónde estaba?
Se levantó de la cama y se paseó un poco por la habitación donde estaba. Las paredes eran de un color rosa pastel. Había un gran armario, que estaba lleno de ropa de chica: faldas, vestidos típicos de Spelway, complementos...
Siguió paseando la mirada por la habitación y vio que había una estantería con sus libros favoritos. Se giró para contemplar la cama. Era una cama muy grande, como a ella le gustaban, y con una funda nórdica de Nueva York, un sitio donde había querido ir toda su vida.
Levantó la mirada hacia la pared y ahogó un gritó de emoción. Estaba llena de pósters de sus artistas favoritos. Lo que siempre había querido.
-Chloe -le llamó un chico con el pelo azulado desde la puerta-, ¿ya te has despertado?
Chloe le miró con una chispa de emoción en la mirada. Recordaba a aquél chico del día anterior, pero no sabía su nombre. Aun así, se quedó callada.
-Chloe, respóndeme a esta pregunta: ¿qué sientes hacia mí?
Chloe titubeó. En lo más hondo, sentía hacia él un odio intenso. Pero, a la vez, sentía hacia él una atracción inmensa.
¿Qué pasaría...?

1 comentario:

  1. ¡OH! Menos mal que Chloe está bien, bueno más o menos. Por un momento pensé que caería hechizada para siempre :O
    Espero el próximo!
    Besitos :)

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